NO SÓLO LO BELLO ENTRA POR LOS OJOS.

En el año de 1.972, en plena guerra de Vietnam, una foto le dio la vuelta al mundo para mostrarnos el horror de la guerra. Una niña de unos 9 años corre desnuda por la carretera del pueblo de TRANG BANG. La aviación estadounidense ha dejado caer 4 bombas de NAPALM y la onda incendiaria de una de ellas ha alcanzado a la pequeña KIM PHUC; esa es la razón del porqué corre desnuda por la carretera: el fuego ha consumido sus ropas y quemado su piel.



La foto tuvo un gran impacto sobre la sociedad estadounidense, al punto tal que testimonios gráficos como el que logró el fotógrafo vietnamita NICK UT con esa foto, hoy en día no es tan fácil. El propio UT señala que en la guerra del Vietnam nadie les revisaba sus fotos. Podían pasar de un frente a otro sin ser molestados. Hoy, indica UT, en la guerra en Irak, no sólo revisan tu trabajo, sino que te informan que está prohibido tomar fotos de restos de soldados.



No cabe la menor duda que, el mudo testigo del lente de una cámara juega un papel decisivo sobre el adormecido poder de la opinión pública o sociedad civil, como tiende en llamársele actualmente. Hoy, más que nunca, tiene inconmensurable valor el famoso dicho de "una imagen vale más que mil palabras". O como bien lo dijo en su momento uno de los más connotado voceros del actual gobierno, en una de esas acostumbradas "salidas" que, al final se revierten para terminar convirtiéndose en simples traiciones del subconsciente: video mata todo.

En la siguiente foto se puede ver el cuerpo de KIM PHUC (ya adulta) y luego de haber estado hospitalizada por 14 meses y haber sido sometida a 17 operaciones de injerto de piel.



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